El trabajo de Red Culebra es dar vida a conceptos específicos, principalmente a través del sonido. Nuestro trabajo es crear experiencias altamente inmersivas y encarnadas, donde todos los presentes se conviertan en parte de la performance. La presencia de cuerpos performativos en el espacio nos permite enfatizar metáforas como orientaciones, así como organizar estas metáforas en estructuras congruentes e incongruentes que nos permiten habitar y transformar espacios de manera que honren las conexiones entre nosotros.

Para lograr este tipo de entorno inmersivo, la mayoría de las veces tendemos a no actuar en escenarios. Preferimos organizarnos horizontalmente, en lugar de crear relaciones jerárquicas con los que asisten. Queremos compartir un `patio de recreo´ abierto para la experimentación. La filosofía de Red Culebra es que las condiciones para el ritual requieren que los involucrados experimenten algo único al convertirse tanto en participantes como en testigos de una experiencia colectiva en el performance.

Dado que nuestras audiencias también forman parte de las performances. Un aspecto ritualista de las "performances" incluye una gestalt donde cada una de las partes contiene el todo y son inseparables de él. Por ejemplo, en las culturas no occidentales la danza no se considera separada de la música. La música y la danza pertenecen a rituales que no están separados de la vida cotidiana. Nuestra música y trabajo performativo engloban una serie de acciones a ejecutar en un período de tiempo específico. Estos eventos pertenecen a conceptos más amplios diseñados para abrir espacios donde puede ocurrir lo inesperado. No es raro que lo inesperado sustituya a las moralidades parroquiales basadas en mapeos cartesianos de la realidad.

En términos de Red Culebra como dúo, las presentaciones comienzan con los dos miembros principales, pero para los rituales en vivo, necesitamos la colaboración de artistas adicionales y, como hemos dicho, también los que asisten a las presentaciones. Inicialmente, establecemos el concepto básico, la partitura y la música. Luego, en el ensayo, decidimos las acciones que se llevarán a cabo en colaboración con los performers, y luego el proceso se reitera a medida que llevamos a nuestra audiencia al ritual a través de la performance en sí.

Sostenemos que el “disfrute" es una de las muchas dimensiones presentes en nuestro trabajo. Sin embargo, no pensamos en nuestro trabajo en términos de "buen gusto", ya que asociamos tales ideas con el colonialismo, el capitalismo, la arrogancia y los chovinismos asociados con instituciones poderosas. No entendemos la alegría y el disfrute en un sentido gratificante o como recompensa. Queremos reconocer que la felicidad es un estado mental más profundo. Para llegar a ese lugar, uno tiene que hacer el trabajo físico y espiritual. Como dice Carl Jung, "Uno solo puede ver las estrellas desde la oscuridad".

Tiene sentido que fracturemos los repertorios modernos, porque culturalmente crecimos dentro de ciclos de repetición y por la manera en cómo fuimos criados por nuestras comunidades y familias. Nuestra percepción del tiempo no es necesariamente "lineal", "direccional" u "orientada" a metas. Nuestra música y rituales no se basan en el concepto de "principio, medio y final". En cambio, se basa en crear estasis mediante el uso del tiempo circular, el ritual y la repetición. Nuestro trabajo no funciona como fetiche o entretenimiento, sino que es un momento de reflexión, un espacio para la pedagogía y el reconocimiento de la tierra, las personas y nuestros antepasados. La condición psicológica y espiritual de nuestro trabajo es tal que eventualmente, el pasado ya no está detrás de ti, tanto como el futuro está frente a ti, o viceversa. Las representaciones rituales de Red Culebra representan lugares donde todo el tiempo "se pliega sobre sí mismo" y el cuerpo ya no está suspendido, sino libre para experimentar.

No caracterizamos nuestro trabajo de resistencia y repetición como una forma de mantra colectivo, sino como una forma de sincronización colectiva en la que nos alineamos con un tiempo, un espacio, una historia y un conjunto de complejidades congruentes e incongruentes compartidas.

¡Nos encanta esta pregunta! No por la consulta en sí, sino por lo que implica. Hay aspectos de nuestros discursos primarios que, sin lugar a dudas, están presentes en nuestro trabajo. Pero la implicación de esta pregunta da en el clavo. Somos quienes somos, hacemos lo que hacemos y compartimos poca reverencia dentro de Red Culebra por las taxonomías, rúbricas y categorías de identidad. Al mismo tiempo, reconocemos que las estructuras sociales, políticas, económicas y culturales se construyen con estos determinantes como nodos de poder. Todos estamos suspendidos por estas estructuras, pero quizás Red Culebra pueda cortocircuitar estos sistemas momentáneamente. Cuando estamos en Red Culebra, somos muchas de estas etiquetas de identidad mencionadas en la pregunta, mientras que al mismo tiempo estamos modificando para nosotros sus contextos, términos, significados y condiciones para que puedan funcionar de acuerdo con nuestra propia determinación sonora y performativa. Nada es estacionario y creemos en el cambio. Esto incluye el concepto de identidad, así como todos los pretextos para tales cosas. Para nosotros, modificar los términos y condiciones proporciona caminos para ver y sentir el mundo que podría escapar a algunas de las corrupciones del capitalismo, las cuales casi siempre encuentran manera de filtrarse. Por eso nos esforzamos tanto en escucharnos unos a otros, atraer a nuestra audiencia como participante y mantener nuevos momentos performativos durante el mayor tiempo posible. Somos seres complejos y estamos ansiosos en Red Culebra por reconocer la complejidad humana, la fluidez de la vida y la complejidad de la historia. Esperamos resonar con todas las cosas que nos permitimos imaginar.