Lorenzo Aillapán Cayuleo, el hombre pájaro
Patricia Domínguez
Él es Lorenzo Aillapán, el Hombre pájaro o Üñümche, quien ha inventado un género único que combina la memoria ancestral, la memoria colonial y la imitación de las aves. A los nueve años fue consagrado como un hombre pájaro en sus sueños, donde un ave con largo pico le extrajo sangre de un dedo. Lorenzo vive en Puerto Saavedra, en la IX Región de la Araucanía en Chile (región que se encontraba al sur del río Biobío y que durante muchos años fue el límite de la colonización de los españoles con la población mapuche, los últimos pueblos originarios en ser conquistado en Sudamérica). Esta región está ocupada principalmente por plantaciones forestales industriales de pinos radiata y eucalipto, los cuales han desplazado a los bosques medicinales nativos y sagrados.
Lorenzo dice que ningún pájaro canta por cantar. No hablan, pero transmiten señales, mensajes para comprender los cambios que tienen lugar en el ecosistema. Algunas aves advierten sobre las visitas que se acercan, otras anuncian si la pesca fue abundante o no, sobre las damas que se bañan en el río, sobre los terremotos que se acercan. Ciertas aves, como la tórtola y la paloma, han dejado de cantar porque sus nidos y sus huevos caen de las ramas dispersas de los pinos radiata. Las aves avisan sobre los cambios del territorio. Lorenzo es uno de los representantes más interesantes de la etno-ornitología chilena, donde el conocimiento tradicional de la ornitología se combina con la ética ambiental. Y su arte existe para ser cantado.
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Hoy día me entrego En palabras, en oración, en meditación, Primer Gran Espíritu de la Fecundidad Universal, Yo soy Lorenzo Aillapán Cayuleo. Te pido que llegue tu poder en mi mente, en mi cabeza en mi corazón, en mi cuerpo, en mi sangre y permanezca para siempre. Para que yo sea sabio, para que yo sea justiciero, para que yo sea bondadoso, para que yo sea poderoso (no en dinero, ni en tierras) sino que te pido esto, Primer Gran Espíritu de la Fecundidad Universal, para que la enfermedad, la mala energía, SE VAYA. Y mi familia y todos mis amigos, incluso ustedes que los acabo de conocer, todos ellos estén bien. Estén tranquilos. Esa es mi visión. Esa es la forma de la oración. Eso a mi me lo enseñaron los filósofos. Tienes que orar así. Tiene que llevarlo como la comida que come en la mañana. Aunque nosotros no desayunamos. Que come al mediodía, que come en la tarde y que come en la noche. La oración tiene que ser en la mañana. El primer alimento que consumo. Sea pan sea mate sea te. Ese, va a la par con la meditación. Eso debe llevarlo a diario. Y si no lo haces, te vas a enfermar. Te vas a debilitar. Y eso se lo enseño a las personas pero me dicen que es muy dificil. Pero hombre le digo! Si quieres te lo entrego escrito! Apréndalo!
– Lorenzo Aillapán Cayuleo, el hombre pájaro
Don Lorenzo Aillapán en su hogar. Cortesía de Patricia Domínguez.