Resonator
Tyler Coburn
Infrasonica
Esta pieza tiene una aproximación matizada a lo sonoro y, como sucede con muchas de tus obras, una preocupación con los debates alrededor de los nuevos materialismos, que en parte inspiraron la primera línea editorial de Infrasonica. Mientras que la pieza se ocupa de reflexiones científicas y especulativas alrededor de la resonancia y la materia, apunta a la subjetividad. Creo que esto se debe en parte a una sensualidad intrínseca; la voz es una manifestación de cierta relación inextricable y traumática entre virtualidad y deseo —“en algún lugar, el mensaje siempre está en espera”, dijo el orador antes de dar paso a las sirenas de niebla. El que habla y el que escucha, a través de la mediación de un dispositivo, echan de menos al otro y la voz no es solo el soporte de un mensaje, sino la vibración. La resonancia puede ser un arma como un encuentro sensual con el otro. En el corazón de estos problemas están las preguntas centrales sobre la materia, subjetividad y sonido. Este último no es una entidad abstracta-aurática sino, en cambio, está entrelazado con una materia sensitiva y el mismo tejido de nuestro cuerpo —¿Qué dirías al respecto?
Tyler Coburn
Hay una tensión en esta pieza que creo estás abordando. Desde un ángulo, el orador está desesperadamente atrapado (y a menudo complacido) por su subjetividad. Más allá de los hechos y las anécdotas históricas, su experiencia vivida es cómo mide él el poder de resonancia. Él añora, se arrepiente, habla suavemente en el vacío y espera una respuesta… Desde otro ángulo, este personaje está enamorado de la posibilidad de que la resonancia le proporcione una salida de la individualidad, ya que las cualidades vibratorias del cuerpo (como muestra el diagrama) rebasan la individuación. “Tú y yo podríamos estar separados”, observa, “pero tenemos esto en común: nuestros cuerpos reaccionan a las mismas frecuencias, y si son golpeados simultáneamente, vibrarían al unísono”.
No diría que la pieza alcanza una resolución, ya que no creo que podamos superar el marco de la subjetividad. Es decir, creo que hay un valor ético en marcar modos tradicionales de hablar y escuchar vinculados al “yo” —y ponernos en sintonía con otras dimensiones de sonido que nos pongan en consonancia y disonancia con el mundo. Esta pieza fue originalmente escrita como un evento en vivo para un único oyente a la vez —un intento literal de alcanzar resonancia interpersonal a través de algunas teorías neurocientíficas descritas por el orador.
He adaptado la pieza para Infrasónica considerando las características de la comunicación remota en la era Covid-19. En un sentido, es como un experimento: cuando el cuerpo está ausente, cuando se oculta el rostro, ¿puede ser todavía algo engendrado en el orden de la resonancia?, ¿pueden orador y oyente, separados en espacio y tiempo, experimentar vibraciones simpáticas?
Infrasonica
Con este cambio a eventos en formato virtual, la obra entera se compara al mensaje en la botella. Con esto en mente, encuentro particular interés en la forma en que describes el “valor ético en marcar modos tradicionales de hablar y escuchar vinculados al ‘yo’”, ya que resonar es lo que hace posible la interacción entre el yo y el otro, una relación no mediada por las convenciones del individualismo liberal y sus formas de subjetividad. Me estoy resistiendo a utilizar la palabra “intersubjetividad”, en cambio, hablaré de una subjetividad no-personalizada. ¿Cuál podría ser el efecto concreto de ese mensaje si el orador nunca descubre a quién llega, si es que hay alguien? ¿La resonancia es la única salida, o algo completamente inesperado sucederá cuando “navegue en el vasto mar digital”?
Tyler Coburn
¡Sí! Esta versión, adjunta en un archivo de sonido, emerge como un mensaje en la botella. Nunca había hecho esa conexión. En cierto modo, el asunto de a quién (si hay alguien) el mensaje alcanza, no viene al caso, en tanto que una carta, según Lacan, “siempre llega a su destino”. Digo esto para explicar (con ayuda de Žižek) que uno siempre escribe a alguien y al Otro, lo que “descarga al remitente de la responsabilidad”. Este simple acto de transmisión —de poner lenguaje en el mundo— proporciona un sentido de resolución, por ilusorio que pueda ser.
Por supuesto, intento alcanzar algo menos unilateral. El objetivo no es para mi desahogarme sino, para esta pieza, como escribes, tener un “efecto concreto” en el oyente. Tienes razón al preguntar algo como esto, y confieso que es más difícil calibrar o medir el efecto en los oyentes de Infrasonica que en aquellos que atendieron a los eventos en vivo, pues experimentan algo parecido a un famoso truco de Penn & Teller llamado “romper la magia”. Al principio, los magos describen exactamente cómo se ejecuta el truco y, al final, la audiencia suele seguir fascinada y asombrada. Incluso cuando la mecánica se deja al descubierto, aparecen emociones genuinas.
En los eventos en vivo que he realizado a la fecha se han formado amistades. Comienza un flirteo. Cuando se pregunta “¿Qué resuena contigo?”, muchas personas compartieron sus asociaciones inmediatas, una describió su recuperación después de un accidente en auto, muchos detallaron sus sueños. Algunos encontraron la pieza inaceptablemente manipuladora a pesar de mi reconocimiento de la mecánica al estilo Penn & Teller. Las cosas se detuvieron, y lo hablamos. Había una emoción genuina en nuestros intercambios, aunque me entristecieron las reacciones.
Todo esto es para decir que si el oyente de la versión digital se siente aludido, deberían contactarme. La pieza puede ser un punto de partida —acaso para la resonancia, acaso para “algo completamente inesperado”, como mencionas. Y si nunca descubro a quién (si hay alguien) alcanza, entonces espero que provea solaz en estos tiempos difíciles: una pequeña expresión del deseo de provocar nuevos y desconocidos vínculos en un momento donde la propia vida puede sentirse limitada y apagada por lo familiar.
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Resonator fue creada durante Container Artist Residency 01. Originalmente tomó la forma de un evento en vivo, una persona a la vez, en una banca cercana a un cuerpo de agua. Eventos pasados fueron puestos en escena como parte de Creative Operational Solutions, Para Site, Hong Kong (2016); The House of Dust by Alison Knowles, Cneai, Paris (2017); Infrasonic Love and Digital Hallucination, Oncurating Project Space, Zurich (2018); y Clôture de saison, Le Confort Moderne, Poitiers (2018). Paralelo al evento un .zip file creado con Byron Peters y comisionado por Am Nuden Da.
Para Infrasonica, Coburn ha reescrito Resonator pensando en un oyente remoto.