Nota del Editor #2
Según un artículo publicado en The Guardian el 23 de julio del 2020, estamos viviendo una ola de silencio sin precedentes. Con el surgimiento del Covid-19, las fábricas se han cerrado, las carreteras se han vaciado y las metrópolis han transitado del movimiento frenético a la tranquila soledad. Esta ola de silencio en realidad se puede visualizar, fluyendo desde Asia hacia América, como un cambio dramático en el paisaje sonoro de la tierra. Lo que queda por decir en el artículo, es preguntarse sobre el tipo de silencio del que estamos hablando. El silencio no es la ausencia de sonido, sino una fluctuación diferente del mismo, inextricablemente entrelazada con el acto de escuchar. Lo que surgió con Covid-19 fue la audibilidad y el registro de una vibración que previamente era ocultada por la esquizofrenia sonora de la vida moderna; el obtuso entramado de sonidos. De repente, los registros de temblores que eran indetectables se hicieron posibles. Estos no eran nuevos sonidos, lo que cambió fue nuestra relación sonora con el planeta.
Desde que lanzamos Infrasónica, muchas cosas han cambiado. Estamos sufriendo las consecuencias de décadas de reformas económicas neoliberales que han fracturado la infraestructura pública. Los movimientos sociales han abogado por una reimaginación de la vida en sociedad, con y a pesar de la ansiedad digital. ¿Cómo articular formas de encuentro social, explorando estrategias de actualización en medio del malestar social, la devastación del planeta y el colosal fracaso de la política liberal? Asistimos a un mundo que se desmorona y emerge de manera dialéctica, develando de este modo lo que antes estaba oculto. La ola de silencio que surge con la pandemia plantea nuevas preguntas sobre nuestra capacidad de escuchar y sentir desde un registro no-colonial. Más allá del frenético ruido del mundo moderno, la ancestralidad y los sonidos que emergen de las vibraciones indígenas pueden estar anunciando algo que antes era difícil de escuchar.
Para el primer año de Infrasónica estamos trabajando bajo una línea editorial a la que hemos llamado Realismo Sonoro. Estamos deseosos de contribuir a un debate en torno a los sonidos no-coloniales, observando con sospecha los discursos que pretenden borrar los rastros de su configuración colonial y racial. De esta forma, proponemos una comprensión de la materialidad del sonido, emergiendo de las fracturas de la subjetividad moderna.
Estamos orgullosos de publicar para nuestra Wave #2 el trabajo del prominente compositor, artista e intelectual Joaquín Orellana. Su vida es testimonio de un largo compromiso con la exploración de la composición sonora desde la perspectiva de las estéticas precolombinas y su relación con la música de vanguardia. El mundo de Orellana está poblado por tonalidades inquietantes, semánticas extrañas, complejas composiciones de orquesta pirata y su larga búsqueda por capturar los sonidos que emergen de las grietas del concreto en la ciudad. Las estéticas del tercer mundo son configuraciones tecnopoéticas de ontologías indígenas y mestizas no-coloniales. El concierto fue producido y presentado en La Nueva Fábrica en el 2019 antes de ser llevado a la matriz digital de Infrasónica.
Tyler Coburn articula una voz íntima, que nos remite a preguntas seminales que continúan sin respuesta y que más que nunca, parecen cruciales para nuestra supervivencia como especie. Su pieza es una reinterpretación de una performance presentada originalmente en el 2016 en Hong Kong. Coburn le dio una nueva vida en medio de la pandemia, invitando a la empatía del oyente, a vibraciones interpersonales y a ejercicios de resonancia en un mundo donde todo lo que queda del otro es una voz que se desvanece en tanto emerge de los pulsos digitales de la tecnología. El resultado es un mensaje en una botella; un intento sensual de encuentro y una prueba de fuego para nuestra capacidad por reimaginar la interacción social.
¿Cómo suena la libertad? es la pregunta eje de la contribución de Yang Yeung. Ella responde examinando las acciones de fertilización cruzada de los movimientos sociales de 2019 en Hong Kong, destacando las formas en que los artistas se involucraron con las protestas a través de prácticas basadas en el sonido y la escucha activa. Yeung, inspirándose en Hannah Arendt, apunta a la reivindicación de dos dimensiones de la existencia social humana: la libertad interior y exterior. En un texto cuidadosamente elaborado, Yeung analiza esta práctica desde la perspectiva de alguien que ha mantenido conversaciones de larga data con esos mismos artistas y ha participado en las protestas.
Pablo José Ramírez analiza las nociones críticas del sonido en relación con la comprensión de la indigeneidad y la práctica curatorial junto a Candice Hopkins, Curadora en Jefel de la Bienal de Toronto 2019 y 2021. La conversación se presentó en vivo en coordinación con Independent Curators International (ICI) y se presenta aquí como un podcast. En la conversación, Hopkins aborda temas clave en torno a su trabajo curatorial, mientras desarrolla ideas sobre el sonido como un componente central y complejo de las prácticas artísticas indígenas.
Estamos encantados de presentar el inquietante sonido del Dj y escritor dominicano-estadounidense, Kelman Duran, cuya estética post-perreo es articulada desde un campo fantasmal, donde los elementos ambientales se encuentran con agudos sonidos urbanos. Su trabajo rompe los estereotipos comúnmente asociados con el perreo, mientras construye la posibilidad de una impronta política que emerge de la cultura popular y experimental.
Esperamos que disfrutes de esta edición, tanto como nosotros disfrutamos trabajando en ella. En medio del silencio, te invitamos a tomar un tiempo para la escucha activa.